Y dicho esto, a continuación damos un palmetazo en la barra y pedimos otro botellín. Bueno, aunque suene a paletada patriotera y poco informada, y en muchos caso sea así, esta frase de ciencia cuñada tiene bastante de cierto. Y no lo digo yo, gente como el ex cocinero y afamado divulgador gastronómico Anthony Bourdain, así lo decía: España es uno de los mejores lugares del mundo para comer.
Lo habrán visto, todas las revistillas de moda, magazines femeninos, suplementos dominicales. Facebook, Instagram, o cualquier cosa de esas si sois milenarios de esos. Los vinos rosados son tendencia. Podemos ver a todas las celebrities del momento compartiendo sus rosaditos, todos los medios hablando de esos nuevos vinos.
Ocurre algo realmente emocionante cuando hacemos algo con nuestras propias manos, con materia prima que nos regala la tierra. La variedad de productos que nos ofrece la naturaleza muchas veces se nos escapa, pero existen muchas recetas tradicionales que nos permiten convertir algo que a primera vista parece carecer de valor gastronómico en una delicia que reconforta y que forma parte de nuestras experiencias compartidas.
Ha venido un amigo de mi querida Nebraska a España para su primera experiencia viviendo en el extranjero, y ha llegado con hambre. A mí siempre me hace mucha ilusión enseñar esta ciudad que tanto me gusta, y en igual medida, me da una sensación de satisfacción ver que siempre gusta la comida de sus bares y restaurantes. A punto de salir con él en busca principalmente de una caña bien tirada, empecé también a pensar ¿dónde se haría mejor el primer contacto con la gastronomía española?
Para terminar el día y comenzar la noche, nada mejor que una cena con estilo en alguno de los locales más de moda de la capital británica.
En esta segunda parte os hablamos de algunos conceptos en los que podréis desayunar antes de inciar camino, o bien deteneros a media tarde para reponer fuerzas con algo rico, rico.
Son las 9 de la mañana cuando empezamos nuestro trabajo de campo en la City of Westminster. Nos hemos puesto nuestro calzado más cómodo y por suerte nos hemos traído el sol de España (Gracias!!),
Un sábado a las 9:30 de la noche no hay nadie en el local, menos Lin, pero no quiere decir que no haya negocio. El hombre chino que podría tener o 25 o 38 años está a tope, con tres sartenes al fuego, docenas de makis a medio hacer, y tres bolsas más preparadas para la degustación de sus dueños afortunados.
Nos vemos en Doce Dos en la Calle Galileo 70.
La semana pasada tuve el inmenso placer de poder participar en el ‘soft opening’ de un local que se me hace la boca agua. Fui invitado a catar los postres de Doce Dos, un take-away único en Madrid, que abrió puertas hoy (18/01) con su oferta innovadora de pastelería en el barrio de Chamberí.