
Letra pequeña
Les invitaremos a pasar, las puertas abiertas, el gesto acogedor del brazo, la boca que diseña una sonrisa perfecta; que no parezca una mueca pero tampoco una línea imprecisa. No estarán atentos a los ojos, no advertirán el brillo ávido, la pupila dilatada. Les ofreceremos asiento, un té, un vaso de agua, quizá un refresco. El miedo al porvenir es recomendable también, las palabras justas para provocar un ligero encogimiento del estómago. Luego les garantizaremos un futuro próspero, la abundancia. El bolígrafo presto, los documentos a firmar, por favor aquí y aquí. Y al fin, una vez confiados y tranquilos, no podrán salir.
se reprodujo y…