Pecados provinciales

Leovigilda Mendieta, Leo para las amigas, matriarca de la famita más rica de aquel pueblo, mujer piadosa y conocida por sus buenas obras, mujer de confesión semanal y misa diaria, mujer de rodillas ásperas de rezos de rosario, mujer engendradora de ocho hijos sin gozar y paridora de cinco a gritos, murió repentinamente. El médico que certificó su defunción no supo dar razones de ésta, tampoco del desagradable olor que emanaba de su cuerpo, ni de las pústulas, ni del deterioro de otras partes de su anatomía; era como si  hubiera reventado por dentro. Su confesor callaba sin dejar de santiguarse.

 

firma-rosanaRosana Alonso
Nació, creció,
se reprodujo y…

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