
Love: Forever Changes – La obra maestra más underground
Solo se me ocurren un par de discos o tres que me causaran más impacto que Forever Changes. Es probable que uno sea el Pet Sounds y el otro alguno de los Beatles. Quizás ni siquiera los pueda situar por encima. No sé qué pasaría por la cabeza de los miembros de Love cuando las once joyas que componen esta magna obra vieron la luz en los últimos compases de 1967. Los Ángeles era su ciudad y suyo el reconocimiento a lo largo de la costa Oeste norteamericana. Sin embargo, al mismo tiempo que grupos como The Doors se convertían en fenómenos mundiales, la repercusión del tercer disco de la banda fue mínima y Love pasó a convertirse en la sombra de lo que pudo ser y nunca fue.
Es curioso como, más allá del mundo melómano, Love y el Forever Changes siguen siendo ‘bastante desconocidos’ para mucha gente. Otras bandas de la época como The Byrds, Jefferson Airplane, Buffalo Springfield, por poner algunos ejemplos, gozan de bastante más reconocimiento. Por mucho que me gusten estos y otros grupos de la época, me cuesta encontrar algún disco que llegue a la altura del Forever Changes. Basta con darle al play—o bajar la aguja sobre el borde exterior del vinilo para los que saben— y escuchar el arpegio aflamencado de ‘Alone again or’ para darse cuenta de que se trata de algo distinto, algo especial y único.
Nunca me había preguntado los porqués de este desconocimiento y me surgen bastantes dudas al respecto. Es verdad que el Forever Changes no es un disco de estribillos pegadizos y que sus canciones se basan en increíbles melodías que quizás necesiten una escucha más calmada. También es cierto que de vuelta a aquellos años, Arthur Lee y los suyos eran muy poco propensos a las actuaciones en directo y a la promoción. No les faltaba el dinero ni la admiración para poder llevar una vida acomodada al más puro estilo californiano de la época y eso les bastaba. Sea como fuere, el reconocimiento de la banda fue creciendo con los años, hasta ser considerada como una de las grandes bandas de los años sesenta. En apenas dos años publicaron sus tres primeros discos, teniendo como culmen de la trilogía el que nos ocupa.
Podría analizar las once canciones del álbum. Hacer un estudio friqui de la locura y maravilla de los arreglos de viento y cuerda que se entremezclan increíblemente a través de las guitarras acústicas sobre las que se basan todas las composiciones; podría hablar de la forma en que me emociona cada segundo de ‘Old man’ o por qué ‘Maybe the people would be the times or between Clark and Hilldale’ es el tipo de canción que soñaría componer. Podría, pero no lo voy a hacer. Todas las canciones son una experiencia única y creo que de alguna forma descubrir el Forever Changes es algo único que le sucede a cada persona no solo la primera vez que escucha el disco, sino siempre que vuelve sobre él. Puede que esa sea su magia y por lo que siempre es emocionante. Puede que a lo largo de la vida todo cambie siempre, y aunque sea de manera distinta cada vez, siempre hay momentos en los que uno vuelve a descubrir algo increíble por primera vez.

Y ahora si quieren bailar,
Totalmente de acuerdo con tu opinión sobre esta obra maestra. Soy un autentico devoto de esta banda y me encantan sus tres primeros discos sin excepcion de ningún tema salvo quizás el corte ultra largo de Da Capo. Les he visto 3 veces en España y salvo el primero, fueron dos súper conciertos que recordaré siempre. Larga vida a Arthur Lee y Love!