
The Magnetic Fields son un grupazo
Hay veces que es necesario soltar una sentencia como ésta. Además, es importante aprovechar ese momento en el que lo piensas para plasmarlo o al menos gritárselo a tu perro/gato/planta, si no hay nadie más alrededor. Magnetic Fields son un grupazo, lo son. Por ello, no quiero dejar escapar esta mañana de lunes, mocos e infusión para improvisar unas cuantas líneas mientras suena ese amalgama de sonidos perfectamente engranados revestidos de sencillas melodías que son las canciones del grupo liderado por Stephin Merritt.
Quizás este momento de exaltación es digno de mención por lo efímero que puede ser. Para mí, Magnetic Fields son esa banda sobre la que siempre paso de puntillas algún día desubicado en el tiempo, cuando de pronto tengo el cuerpo un poco del revés y no me apetece escuchar la música que suelo escuchar, ni pensar en exceso qué poner. En ese momento, y si la casualidad hace que uno de sus títulos se cruce por mi cabeza, es cuando ‘All my little words’ —que justo suena ahora— o alguna de sus canciones más representativas empiezan a pasar en bucle por mis orejas.
¿Y por qué son un grupazo si ni siquiera es una banda sobre la que suela parar una vez cada mucho para escuchar no más de diez o quince canciones? Realmente, aquí es cuando uno podría plantearse dos opciones bastante ‘pantanosas’: 1. Ponerse a soltar sentencias eruditas sobre qué es el pop y bla, bla, bla; o 2. Decir que son grandes porque son unos genios, canela en rama, lo más grande… Una cuestión que tendría que ver más con la fe en la palabra de una persona en batín y pantuflas que está en casa un lunes por la mañana.
Desde luego que ni lo uno ni lo otro. Magnetic Fields son un grupazo porque no se puede explicar fácilmente porque un grupo que lleva más de veinticinco años haciendo canciones sota, caballo y rey suenan de una manera tan personal. Si escuchas cualquiera de sus piezas no encontrarás ningún tipo de virtuosismo instrumental, ni tampoco un vocalista con una voz espectacular; sin embargo, es muy probable que te quedes embelesado por el conjunto de cosas que suceden en dos o tres minutos.
Esta sencillez que late en canciones como ‘I don´t believe in the sun’ o ‘Always already gone’ es la que hace pensar a muchos aquello de ‘esto lo puedo hacer yo’. Y es cierto, si nos ceñimos a la complejidad musical, pero esta es la típica mentira de cómo funcionan las cosas. Si así fuera, todos los popis del mundo hubiéramos hallado la gloria musical con tres acordes. Que hoy hable así de Magnetic Fields, como ejemplo de esa magia, supongo que también es algo casual. ¿Cuántos grandes grupos no llegarán nunca a pasar por nuestros oídos?
Por suerte, y aunque sea por casualidad, porque hay canciones que nos llegan aunque sean ‘tontas’ o ‘ñoñas’; porque al principio, cuando eramos enanos y disfrutábamos de una manera emocional, todos fuimos popis —y quien lo niegue miente—. Y si no, porque esta mañana me ha dado por ahí y porque probablemente tarde en volver a escuchar este grupo de canciones tan simples como perfectas.

Y ahora si quieren bailar,